SEMINARIO 2019:
Sexuación, goce y des-ser del analista
Pulsión e inconciente
En este grupo de trabajo abordaremos la pulsión considerando lo que planteó Lacan:
“…dato radical de nuestra experiencia”. No hace referencia a lo empírico, tampoco a lo predicativo, sino que se trata de “pura especulación” en términos de Freud.
La pulsión se define por rodear siempre una hiancia. Implica un movimiento que no es impulsivo, sino más bien de vaivén, gira, tiene una trayectoria.
Lacan construye un montaje de cuatro términos que define una operación inconsciente, pues da cuenta de una estructura de hiancia.
Ambos términos, pulsión e inconsciente, no van uno sin el otro. En efecto, un montaje a través del cual la sexualidad participa de la vida psíquica.
Se requiere inscripción previa.
Milva Fina.
Clínica en movimiento
Se trata de un espacio de lectura y debate clínico, donde partimos de la puntuación del Seminario: La angustia, donde acentuamos cuestiones tales como: la angustia en tanto afecto, la angustia no es sin objeto y la angustia ante algo, angst vor etwas, expresión freudiana en alemán que Lacan retoma en su seminario. Por esta vía, nos interrogamos acerca de lo real en la experiencia analítica, aquello que de la clínica escapa, se escabulle y pone, de cierta forma, al analista en el banquillo.
Clínica en movimiento invita a dialogar entre la rigurosidad de algunos conceptos y las ocurrencias clínicas que allí podrían acontecer. En efecto, se trata de un grupo de lectura donde también intervenimos con recortes analíticos para plantear los diversos abordajes que cada analista pone en juego en su práctica.
Este año continuaremos el trabajo respecto del trauma, no aquel que remite a las escenas traumáticas que se escuchan en los dichos del analizante, sino aquel que nos conduce por la vía del corte real al inconsciente como malentendido. Corte en lo estructural sin el cual el funcionamiento significante es impensable.
También intentaremos aproximar una lectura posible acerca del objeto a, del modo en cómo lo presenta Lacan a la altura de este seminario, desde su estatuto real. Objeto a y corte real que operan en correlación con la angustia. Entonces, ¿la angustia en qué nos conciernen como analistas? ¿es posible agarrar tal objeto en un análisis? esta lógica estructural de corte ¿resuena en las intervenciones analíticas?
Actividad arancelada con inscripción previa.
Segundos y cuartos sábados de cada mes de 10:30 a 12:00 hs.
Coordinación: Belena Tauyaron.
Proposición del 9 de octubre
Lectura y debate.
Para comenzar distinguimos el pase como operación analítica del pase como dispositivo de escuela. Este es nuestro punto de partida.
El pase da cuenta de lo real de la lógica en su impredicatividad y recursividad, en efecto, tomemos por caso, el significante. Un significante remite a otro para retornar sobre el anterior. No hay allí otra cosa que un movimiento de pase por el cual un sujeto es efectuado.
Así también ubicamos los diversos pases en los esquemas de Lacan, los discursos, por ejemplo, se leen en el pasaje, en el pase de uno al otro y de ninguna manera en su estática. En este sentido es preciso desentrañar la lógica en términos de pases y detenciones, movimientos, avances, retornos, también cortes y escansiones pues marcan los diferentes pases entre las
instancias de la estructura.
El pase como dispositivo, si bien remite a la clínica, no es lo mismo. Es preciso leer las propuestas de Lacan para la Escuela -no hay una sola- , y desde allí proceder a las preguntas, inquietudes que despiertan en cada quien.
En estas reuniones leemos las diversas versiones y traducciones de la Proposición del 9 de octubre de 1967. Allí se conversan las tramas que se despliegan a partir de poner en jaque al analista.
Preguntas tales como ¿Qué es el pase? ¿Qué función cumple el jurado? ¿El pase autoriza analistas? Son muchos los errores y las errancias que semejantes interrogantes provocan. Términos como jerarquía, autorización, grupos, facticidad, pase, son lugares que, a nuestro entender, convocan a la reflexión más que al dogmatismo, a la práctica más que a las conductas, a la innovación más que al sometimiento doctrinario, que sin embargo, no pueden
evitarse. No obstante es preciso recorrer, una y otra vez, las letras, las palabras, la textualidad que Lacan nos ofrece para encontrarse, quizás, con las sorpresas que allí, en esa trama, podrían acaecer.
Coordinado por Cecilia Domijan y Gabriel Sarmiento.
Primeros y terceros sábados del mes de 12:00 a 13:10 hs.
Actividad arancelada.
Seminario del Acto
El acto analítico inaugura una apuesta clínica en la enseñanza de Lacan. Su eficacia reenvía al efecto sujeto. No hay sujeto que no devenga como efecto del acto analítico. Sólo por él, aquél que decide trazar el camino de un análisis, tiene chances de encontrarse, de alguna manera, con los laberintos de sus goces. Por su parte, el acto da cuenta de la depuesta del analista, de su caída, de su retirada y, al mismo tiempo, reenvía al sujeto a su propio deseo.
Leemos palmo a palmo el Seminario XV “El acto analítico” (1967-68). Consideramos que el acto depende del inconciente y allí Lacan no sólo se refiere al acmé de la práctica analítica sino que ubica la autorización del analista. No hay acto sin analista. Trabajamos presentando puntuaciones que están a cargo de aquellos que integran el grupo de trabajo. Nuestra consigna no es tanto sostenerse de un saber sino de una palabra donde
resuene la clínica de quién.
Coordinado por Cecilia Domijan.
Segundo y Tercer sábado del mes de 12:00 a 13:30 hs.
Actividad arancelada.
Moisés y la religión monoteísta. Freud.
Lectura y debate.
Texto fundante del psicoanálisis. “Moisés y la religión monoteísta” (1939) escrito por Freud desde Londres, en el exilio, apunta en uno de sus prólogos a la infamia nazi. Se trata de psicoanálisis no sin política.
La función del padre no puede no ser plural. No hay “el” padre. Así como tampoco hay un Moisés Uno. Lacan arranca de aquí para poner en juego sus nombres del padre. En efecto el problema del Uno parte desde la lógica que Freud plantea y que Lacan escribe en su Seminario XVI “De un otro al Otro” (1968-69).
En cuanto a la renuncia al goce por amor al superyó, cuestión que atraviesa el texto freudiano, es tomado por Lacan para fundar el discurso amo cuyo basamento sitúa a partir de estos términos freudianos. Justamente, el discurso se soporta de la renuncia al goce como operador lógico, lo cual no implica en absoluto ninguna abstinencia voluntaria por parte del sujeto como
suele leerse. La renuncia al goce no remite a una acción abstinente ni psicológica, supone un giro de discurso por el cual hay plus de goce, es decir, tramita una ganancia a partir de una pérdida y sitúa al sujeto de otra manera respecto de su goce. Por su parte, Lacan formuló las operaciones del plus de goce desde la ganancia de placer por amor al superyó que Freud desarrolla, luego de su gran texto “El yo y el ello”, en “Moisés y la religión monoteísta”, poniendo en jaque no solamente la raíz de la neurosis sino también la trama que recorre la cultura, la civilización y la barbarie actual.
Es preciso subrayar que la espiritualidad de los pueblos, la materialidad de la verdad, los saberes que atraviesan la historia, las políticas y las religiones, el problema de la ciencia, son leídas y construidas por Freud desde el inconsciente, desde las pulsiones, desde las tópicas.
Se trata de un texto polémico, discutido, tomado por Lacan en diversos momentos de su enseñanza pero sobre todo al fin de su seminario, quizás el más político: XVII “El envés del psicoanálisis” (1969-70).
Coordinado por Cecilia Domijan y Milva Fina.
Cuarto sábado de cada mes de 10.30 a 12:00hs.
Actividad arancelada.